Sólo pueden verse los defectos físicos

Una preocupación desmedida por las lesiones de acné en el rostro motivó su suicidio. Fue imposible convencerlo de que no era un "monstruo", como decía sentirse, así que el joven peruano de 24 años se ahorcó. Como él, 80 por ciento de quienes sufren trastorno dismórfico corporal o dismorfofobia tienen ideas suicidas.

La historia de este hombre fue reportada en 2010 en el estudio Trastorno Dismórfico Corporal con Desenlace Fatal: Reporte de un Caso, realizado por investigadores del Instituto de Salud Mental y universidades de Perú, quienes acotan que se trata de un caso extremo de la enfermedad. Según el reporte, la tasa de suicidios es de 3 por cada mil pacientes al año, 45 veces más frecuente que en la población general.

Blanca Patricia Morales, psiquiatra del Hospital de Especialidades del Centro Médico Nacional Siglo XXI, del IMSS, indica que el trastorno dismórfico corporal está incluido en el Diagnostic and Statistical Manual of Mental Disorders de la Asociación Americana de Psiquiatría y quien lo presenta manifiesta una preocupación excesiva y fuera de lo normal sobre algún defecto menor del cuerpo, el cual puede ser real o imaginario. Las personas con este trastorno experimentan miedo al ridículo y a padecer humillaciones.

"La gente se va a burlar de mí, no quiero que me vean", decía el joven, quien permaneció aislado en su domicilio durante tres años. Amenazaba con matar a quien lo viera y después matarse, así que se aisló de su propia familia y permanecía encerrado en su habitación. Sólo salía para alimentarse y hacer sus necesidades fisiológicas cuando no había nadie en casa. Así que los diferentes ámbitos en los que se desenvuelven personas con este trastorno se ve afectado.

Morales indica que se estima que entre uno y dos por ciento de la población padece este trastorno, pero hay un subregistro. Quienes lo desarrollan suelen ir constantemente al cirujano plástico y llegan a operarse hasta cinco veces la parte del cuerpo con la que están inconformes. La psiquiatra del IMSS asegura que se presenta tanto en varones como en mujeres, pero según el género cambia la parte del cuerpo con la que se está inconforme. Por ejemplo: a los hombres les preocupa el tamaño del pene y la pérdida del cabello; a las mujeres la forma y tamaño de las mamas, así como las manchas y arrugas en el rostro. Los pacientes, agrega Morales, pasan mucho tiempo mirándose al espejo o evitan totalmente verse en él. Otro síntoma es que hasta una hora al día piensan o hablan sobre su "defecto".

Morales comenta que el trastorno empieza a presentarse desde la adolescencia, pues en esta etapa las personas están más expuestas a las críticas.

La psiquiatra estima que 76 por ciento de los pacientes sufre depresión; también presentan ansiedad.

IDENTIFÍQUELO

Algunas preguntas de tamizaje para el diagnóstico del trastorno dismórfico corporal son:

>¿Piensa mucho en su apariencia física? ¿Qué rasgos le desagradan? ¿Cree que su apariencia es fea o desagradable?

>¿Cuán notorios cree que son sus rasgos para el resto de personas?

>En un día promedio, ¿cuántas horas pasa usted pensando en su apariencia física?

>¿Es su aspecto fuente de preocupación para usted?

>¿Cuántas veces al día evalúa su apariencia física? (En el espejo o con sus dedos)

>¿Con qué frecuencia se siente ansioso en encuentros sociales debido a su aspecto físico? ¿Esto puede hacer que rechace tales encuentros sociales?

>¿Su aspecto físico ha interferido en su buen funcionamiento en el trabajo, estudios o con sus amigos?



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