NUEVO!! AHÏ VA MI HISTORIA

INFANCIA
El hecho de tener pecas, desde niño me hacía sentir diferente y más feo que los demás niños. No me afectaba en las relaciones personales solo era consciente de ello cuando me veía reflejado en un espejo en una habitación clara o cuando me veía en una foto, no me gustaba verme en las fotos; Cada vez que me llamaban “feo” lo asociaba a las pecas, ¿Qué otro rasgo defectuoso podría haber en mi?

PREADOLESCENCIA
Una vez entrada en la secundaría alguna chica se fijó en mi y tuve mi primera “y última” novia. Al sentirme “feo” , durante esa época empezó mi conducta de evitación, evitaba verme reflejado en espejos de habitaciones claras; en clase, por ejemplo, solía correr las cortinas para que no entrara mucha luz que intensificara las pecas, no soportaba habitaciones donde entraba mucha luz. Prefería días oscuros y cuando tenía conversaciones a plena luz del día me entraba la ansiedad y el nerviosimo y agachaba la cabeza, algo complatamente inutil porque tenía la cara llenita de pecas.

ADOLESCENCIA
Aquellas conductas de evitación parecían desvanecerse al mismo tiempo que aumentaba mi seguridad. Pero, recién cumplidos los 16 sufrí alguna humillación respecto a mi cara, respecto al tamaño de mi nariz y mi frente, cosas que hasta el momento no consideraba defectos en absoluto. Aunque me dolía mucho, estaba delante de amigos y fingía que no me importaba. Durante esa época no surgió ningún problema con los espejos.

ADULTEZ
Llegué a la universidad con la autoestima algo baja, pero pensando que aquellos comentarios sobre mi aspecto eran demasiado exagerados. Sin embargo, en aquel momento y con amigos nuevos, se volvieron a reir de mi cara. Ahí fue donde empezó todo, con 18 añitos. Empecé a fijarme en los espejos buscando posibles defectos y posibles soluciones, cada vez me obsesionaba más. Me quedaba parado delante de los espejos mucho rato. A veces me veía bien y otras mal, pero las veces que me veía mal, me veía cada vez peor, y empezaron la desesperanza y las depresiones. No sabía que existía la dismorfofbia, simplemente pensaba que era deforme Esa etapa fue la peor, me creía el tio más deformado y feo de todo mi alrededor, pensaba que jamás volvería a gustar a nadie.
Pero en medio de ese abismo, una noche recibí una opinión favorable de mi rostro, entonces el concepto de dismorfofobia comenzó a hacerse más patente. Si antes me pasaba horas delante del espejo, desde esa noche empezó la evitación, lo que se comenta de agachar la cabeza, reflejos en cristales, PELUQUERÍA, todo me pasaba a mi. Desde ese momento y hasta ahora he pasado una etapa con altibajos, evitando reflejos pero comprendiendo que me habia tocado el peor de los compañeros de viaje: TDC

Ahora estoy decidido a hacer todo lo posible para terminar con esto, y encontrar aquí a gente que esté dispuesta a lo mismo. PD: sin pasar por quirófano ni ninguna tontería, que así enpezó MICHAEL JACSON

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