El sexo, una cura temporal, o simple tapadera.
Página 1 de 1.
El sexo, una cura temporal, o simple tapadera.
Siempre he creído que la vida se me es complicada, repasando brevemente mí vida, en mi niñez existen pequeños destellos de memorias y recuerdos algo erosionados por el tiempo, recuerdos que hoy en día me son como pequeños demonios que no dejan libre a mi mente.
Un día que recuerdo perfectamente, el cual creo que fue detonante principal de mi problema de dismorfofobia, fue cuando una tía, hermana de mí madre, simplemente me dijo “Feo”, no recuerdo bien la situación, ni el contexto en que lo dijo… solo recuerdo aquella palabra que taladro en mí mente, y se quedo oculta en mi cabeza, y es justo en ésta época depresiva, cuando el eco de su voz retumba en mi pecho insertando un dejo de odio y rabia.
Mi problema dismorfico ha mejorado, o al menos así lo creía, pues siempre oculte mis frustraciones e inseguridades tras el vergonzoso orgasmo de algún extraño, pues descubrí amargamente que Grindr (aplicación gay de android, para encuentros sexuales clandestinos) podía ser una herramienta buena para poderme sentir deseado, o al menos sentir una pasión similar. No soy tonto, y siempre buscaba gente mucho mayor que yo, ( de 60 años para arriba) no por tener aquella preferencia hacía hombres mayores, si no, porque estúpidamente creía, que con los años viene la aceptación de cualquier cosa, en mí completa ignorancia tengo la creencia que un hombre mayor acepta la fealdad con más facilidad que un hombre joven, y con los años te das cuenta que tus oportunidades de galán se fueron, y aceptas encuentros sexuales con adefesios como yo.
No me gusta el sexo con ellos, y siendo sincero no lo disfruto, y lloro muchas veces cuando aquellos extraños se van para nunca volverlos a ver… Pero no lloro por ellos, lloro por mí, por lo bajo que he caído, lloro porque mi mundo gira entorno de un “bebe” que sale de sus bocas, lloro porque es su lujuria el detonante de sus erecciones y no mi persona, lloro por sus falsas caricias, por sus rutinas de llegar, venirse e irse, por todo.
Hoy, justo hace una hora decidí estúpidamente quedar con alguien más cercano a mi edad, pues llegue a considerar estúpidamente que tal vez mis defectos sí estaban en mi trastornada mente, y mis ojos no veían lo que el mundo veía, como dije antes, SOY UN ESTUPIDO. Aquel extraño llegó, y saco pretextos para no pasar la noche conmigo… Era un hombre ordinario, ni siquiera atractivo, pero con la seguridad de ser alguien normal le da el poder de dar la espalda a monstruos como yo…. Y lo hizo.
Me siento triste, rechazado, y deprimido. Tiempo atrás llegué a creer que la dismorfofobia era un problema que podía manejar, que sus garras poco a poco iban a soltar a mi ser, y una vez siendo libre de ellas, poder llegar a formar una vida normal, pero no, no es así, la vida una vez más me demuestra que lo bello no es para mí, que mi vida “es, fue y será” lo que es hoy, nunca fui, ni seré más de lo que soy ahora: un pobre monstruo oculto detrás de falsos elogios.
Un día que recuerdo perfectamente, el cual creo que fue detonante principal de mi problema de dismorfofobia, fue cuando una tía, hermana de mí madre, simplemente me dijo “Feo”, no recuerdo bien la situación, ni el contexto en que lo dijo… solo recuerdo aquella palabra que taladro en mí mente, y se quedo oculta en mi cabeza, y es justo en ésta época depresiva, cuando el eco de su voz retumba en mi pecho insertando un dejo de odio y rabia.
Mi problema dismorfico ha mejorado, o al menos así lo creía, pues siempre oculte mis frustraciones e inseguridades tras el vergonzoso orgasmo de algún extraño, pues descubrí amargamente que Grindr (aplicación gay de android, para encuentros sexuales clandestinos) podía ser una herramienta buena para poderme sentir deseado, o al menos sentir una pasión similar. No soy tonto, y siempre buscaba gente mucho mayor que yo, ( de 60 años para arriba) no por tener aquella preferencia hacía hombres mayores, si no, porque estúpidamente creía, que con los años viene la aceptación de cualquier cosa, en mí completa ignorancia tengo la creencia que un hombre mayor acepta la fealdad con más facilidad que un hombre joven, y con los años te das cuenta que tus oportunidades de galán se fueron, y aceptas encuentros sexuales con adefesios como yo.
No me gusta el sexo con ellos, y siendo sincero no lo disfruto, y lloro muchas veces cuando aquellos extraños se van para nunca volverlos a ver… Pero no lloro por ellos, lloro por mí, por lo bajo que he caído, lloro porque mi mundo gira entorno de un “bebe” que sale de sus bocas, lloro porque es su lujuria el detonante de sus erecciones y no mi persona, lloro por sus falsas caricias, por sus rutinas de llegar, venirse e irse, por todo.
Hoy, justo hace una hora decidí estúpidamente quedar con alguien más cercano a mi edad, pues llegue a considerar estúpidamente que tal vez mis defectos sí estaban en mi trastornada mente, y mis ojos no veían lo que el mundo veía, como dije antes, SOY UN ESTUPIDO. Aquel extraño llegó, y saco pretextos para no pasar la noche conmigo… Era un hombre ordinario, ni siquiera atractivo, pero con la seguridad de ser alguien normal le da el poder de dar la espalda a monstruos como yo…. Y lo hizo.
Me siento triste, rechazado, y deprimido. Tiempo atrás llegué a creer que la dismorfofobia era un problema que podía manejar, que sus garras poco a poco iban a soltar a mi ser, y una vez siendo libre de ellas, poder llegar a formar una vida normal, pero no, no es así, la vida una vez más me demuestra que lo bello no es para mí, que mi vida “es, fue y será” lo que es hoy, nunca fui, ni seré más de lo que soy ahora: un pobre monstruo oculto detrás de falsos elogios.
guanatos_guanatos- Mensajes : 17
Fecha de inscripción : 06/07/2010
Página 1 de 1.
Permisos de este foro:
No puedes responder a temas en este foro.